La obra de Thomas Mann es eminentemente musical, algo reconocido por el autor desde los primeros momentos de su creación literaria. Ya Los Buddenbrook es un drama wagneriano, y en la Montaña Mágica la música aparece como elemento cumbre en la formación de Hans Castorp. El Doctor Faustus es, para mayor abundamiento, la vida de un músico. A lo largo del resto de su obra ensayística encontramos muchas referencias inequívocas a la forma de expresión musical dentro de su narrativa. Amplio conocedor de Wagner, amó profundamente la tradición musical europea, el mundo del Lied, Claude Debussy. Dejó certeros juicios sobre temperamentos y personalidades musicales y políticas como Hans Pfitzner y Pau Casals.